I
Con un gesto de la mano
hizo un círculo, un principio de caricia,
dibujó una letra en el espacio,
y, señalando al vacío,
mandó que lo llenara
como si dijera: “escribe”,
(la frescura de la arcilla al recibir el agua),
y yo entendiera:
“ama, debes amar”.
Y desde entonces lleno páginas,
busco palabras
en el lomo febril de los erizos,
me siento sobre los muertos
y abro los abanicos que esconden lo que muestran.
Y las llevo a su orilla sin descanso.
II
Llevo guijarros, llaves oxidadas,
el pico de un pájaro muerto.
La marea los arrastra mar adentro.
Y me siento en la arena,
siempre sorprendida de que el mar no me devuelva
crecida en ciento mi cosecha.
Aúllo sin parar,
como Níobe lo haría.
III
Dijo la parca:
“parecerá que hablas con los muertos”,
que quería decir
“no esperes que el vacío te responda”
y yo entendía
“todo late según lo escrito”.
Y mientras yo afilaba las palabras
ella sonreía ligeramente
y acariciaba el lomo de su gata,
flotando en círculos de aire.
IV
Me dijo: “vivirás contando historias.
No dijo: “nadie las escuchará”.
Vivir es algo así,
hacer y deshacer palabras
mientras el cabello blanquea
y la muerte se acerca
señalando al vacío con su dedo.
Exquisitos, especialmente II y IV.
«Vivir es algo así,
hacer y deshacer nudos
mientras el cabello blanquea
y la muerte se acerca».
No está mal ser una Sherezade posmoderna, gran contadora de historias y poeta.
Un abrazo marino (la marea arrastra tantas cosas…)
Gracias, Anais; hay muchas Sherezades, afortunadamente. Disfruta al lado del mar. Un abrazo,
Antonia
¡Felicidades! te he nominado a un premio. Sigue el enlace. ¡Un abrazo!
http://asolasconcaronte.wordpress.com/2014/08/07/muy-agradecida-muy-estimada-y-tremendamente-afortunada/
¡Anda, qué sorpresa! ¡Muchas gracias! Un abrazo,
Antonia
¡Bien merecida la nominación! Muchas gracias a ti y adelante con el blog!
Un abrazo. 🙂