Anunciación

    Llegó, y, aún temblándole las alas, dijo “se te ha dado la gracia, la línea cóncava que lleva, entre todo lo que puede suceder y lo acaecido, al no-tiempo, no-espacio, la plenitud sin duda ni memoria” y el aire hizo moverse el manto rojo y la sombra cubrió mi rostro y mi mano, al cerrar…