Poemas para un cuerpo (VI)

Blanca la piel, la onda del pelo, luminoso rastro de su presencia. Algo que fue y ya no es, energía que vuela dando aletazos negros. Labios y pliegues desplegados descansan, materia inerte sin su signo.

La visita

Ese día, A. volvió más tarde de lo habitual a casa. Nada más entrar comprendió que algo había sucedido durante su ausencia. La certeza que tenía no se debía a la pluma de pavo real que yacía sobre el suelo del salón junto a una mancha seca de lapislázuli. Tampoco a la sombra del gallo que…

Poemas para un cuerpo (V)

Sangran las bocas o es el órgano invisible el que dice “ya no” machete que machaca los labios, cuchillo que desgarra sin acabar de cortar la pieza. Hurgar es trabajo obsesivo de hurón en la carne, en las venas. Sangran las bocas y emiten sonidos interpretables según coordenadas en el no-tiempo no-espacio. Algo que puede…

Poemas para un cuerpo (IV)

  Era, no era, la visión del mundo, la común atalaya, nave imperfecta que hace aguas o siempre se escora sin dejar la orilla, siempre sin dejar la orilla, inclinación dispar de la mirada hacia las aguas o el arco de luz que parte el agua.    Era, no era, el común lenguaje (latigazo de…

Poemas para un cuerpo (III)

Era un aleteo de latidos, o voces que decían “dame tu pensamiento, tu pauta cerebral”. Era la ceremonia de la desnudez, del intercambio de órganos, cabello, la piel suave de los pliegues. Era la calma animal, el bocado frío, fin y comienzo de la espera.

Poemas para un cuerpo (II)

             Desde aquella terraza temblorosa,            el torpe recorrido hasta la cama,            el aguijón del frío confundido            con sus dientes mordiendo            ligeramente mis pezones.   Podría (aún podría) nombrar uno a uno los músculos del cuerpo, el ángulo del muslo, el cuello desmayado, el vientre expectante. También la calma de la…

Poemas para un cuerpo (I)

  Lo que queda es la llaga en forma de sonrisa, el hueco entre los hombros, la sombra de los senos, el gesto de dejarse caer sobre la silla, un pedazo de carne macerada por los años que tiembla que tiembla de soledad y hambre.   Di, cuerpo, ¿desde cuándo eres esta masa palpitante?